La comida usa símbolos para representar agrado y desagrado, es otra de las artes que expresa los prejuicios y orgullos de la cultura alimentaria, del hambre y la abundancia, de la guerra y la paz... está siempre en evolución un código simbólico del gusto, que es útil a la política del momento para manipular emocionalmente al votante con las “tradiciones” que convocan a miles entorno a la comida, hay platillos nacionalistas asociados a las fiestas patrióticas, que moldean nuestra idea de platillos "autorizados", además con la programación subliminal del cerebro, (como la botana y cerveza para ver futbol), configuran un paquete de sustancias con éxtasis organolépticos, para obligarnos a consumir su producto, muy económico y fácilmente disponible, haciéndonos creer que son propios de nuestra cultura, consumir ciertos productos para ciertos momentos, también nos hacen creer que son nuestras elecciones por “libre albedrio” aunque sigan la “tendencia” impuesta, para quedarse luego como una “tradición” ( Así como la película de espías que provocó la tradición de un desfile de Catrinas en la ciudad de México hace unos pocos años), ¿de qué forma valoramos la evolución de las tradiciones alimentarias? ¿Con rigidez o con la capacidad de adaptación sin perder la identidad cultural? Hay posibilidades de sanar las tradiciones con creatividad y participación.
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Chocolate con oro comestible.
El control mental es posible cuando debilitan el corazón, quitándonos la fuerza de voluntad, infectando con miedo provocan incapacidad de decidir, condicionando las satisfacciones básicas, para sobrevivir miserablemente, saturando el paladar nos hacen ¡¡rebotar del furor a la depresión!!, conduciéndonos a la dependencia incluso de hábitos, no solo a alimentos, diseñados para proporcionar una dosis masiva de endorfinas al sistema que regula el placer, superando el limite de tolerancia del cerebro que deja de regular el estado ánimo y de esta forma, necesitaremos de sus medicamentos y entretenimientos.
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Permisibilidad abusiva de la publicidad en espacios públicos como la banqueta.
Políticos omisos y corruptos permiten el abuso de la publicidad, disponibilidad y accesibilidad a alimentos nocivos; es importante y urgente rehabilitar el sistema de placeres para no caer en las dependencia más fuertes como los analgésicos, el alcohol o las drogas, incluso hábitos como adicción al internet, a los juegos de azar y de video.
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Perdida de la regulación del placer por sobredosis de sustancias.
La contaminación, el despojo, la especulación, del agua y la tierra, someten aún más, la limitada plenitud de movimiento, habilidades y capacidades para desenvolverse, laboral y socialmente, de quienes padecemos desnutrición o malnutrición.
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El abuso innecesario de lácteos también provoca despojo del agua y el territorio.
Como las tradiciones se afirman cada día con la practica de las mismas, así también cada vez que elegimos la comida, votamos políticamente, la forma de vestirnos manifiesta la pertenencia a pensamiento y posición frente al futuro, con símbolos precisos;
hay sabores que representan un pensamiento, como preferir los tlacoyos a la hamburguesa, o preferir el pozol de cacao en vez de la coca cola, asistir a votar a las elecciones de partidos políticos y marcar nuestra preferencia no nos hace cumplir con las obligaciones para una coexistencia armónica, el deber cívico se realiza en cada comida diaria, lo que haces, lo que dices, lo que comes, apoyar la buena alimentación de los niños, es un acto político no solo educativo. Tenemos creatividad, dignidad y voluntad, para ayudarnos mutuamente en las tragedias de salud y desempleo. Sin necesitar financiamiento ajeno a los intereses de la emancipación, con estabilidad, salud y educación para la convivencia en vez de la competencia. Pues nuestra riqueza es la participación, la fuerza de trabajo genera frutos, y estos hay que saber transformarlos, para solventar la estabilidad económica y de salud, de forma colectiva y autónoma.
Conoce los beneficios del uso prehispánico del cacao, en la vida diaria, consumiendo cotidianamente el cacao alivias al agricultor de los precios internacionales, fortaleciendo el consumo interno de semilla integral, y retomar el uso del cacao, en la reproducción, el embarazo y la crianza del ser humano, en el estudio, en el trabajo, en el deporte, en la comida, en las bebidas y ¿por qué no?, en la economía familiar.
Hay claros caminos para ser libres y estar sanos, que requieren solo de tu participación.
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