Desde tiempos prehispánicos Amatenango elabora cerámica, de calidad alimentaria, por la calidad de sus arcillas sin minerales nocivos para la salud, cabe destacar que recientemente llego el uso del horno y el torno, dos elementos que no fueron utilizados antes de la invasión española, por lo que requiere mayor tiempo de practica y mucha sensibilidad al tacto para lograr que no se fisure la pieza por una temperatura desigual o un grosor disparejo.

Su sensibilidad artística, su creatividad y su destreza les permiten conocer y aprovechar distintas técnicas modernas, que han aprendido en las ultimas décadas, actualmente hay artesanas de renombre internacional por la belleza y calidad de sus piezas.

Regularmente se visita algun taller, en el que se nos permite ver y fotografiar el proceso de elaboración básico, hay posibilidad de visitar la cooperativa de mujeres alfareras y el taller de Juana Gómez. así como dar unos pasos por la plaza central, dependiendo de la ocasión será posible visitar la iglesia.